Siempre que se piensa el periodismo cubano, entre un profuso número de medios comunicativos, no puede quedar excenta la revista Bohemia, señalada como la publicación seriada de análisis general más importante de Cuba y además, la más antigua de nuestro país y de Iberoamérica.
Su papel en la vida cultural, social y política de la Isla desde hace más de un siglo, la coloca entre los referentes significativos de la prensa y, a su vez, en atractivo objeto de estudio para comprender presupuestos de la comunicación en nuestro país, así como para entender diversos procesos y situaciones en la historia cubana.
Dentro de estos procesos históricos de relevancia se encuentran los años de mandato del presidente Gerardo Machado (1925-1933), no sólo por las implicaciones políticas, económicas y sociales que tuvo la etapa para Cuba, sino por el momento de cambio que representaron para la revista Bohemia.
Varios son los textos, incluyendo la propia reseña de la revista, que mencionan a la situación del país durante el machadato, como uno de los factores desencadenantes del inicio de las variaciones definitivas en el perfil editorial y periodístico de Bohemia.
Tomando lo anterior como referente, decidimos analizar los años que marcaron que la revista dejara de ser una publicación enfocada eminentemente en los aspectos culturales de la vida en Cuba, para insertarse en la compleja realidad política durante el gobierno de Gerardo Machado, caracterizado, entre otros elementos, por la polémica sobre la prórroga de poderes, la injerencia norteamericana, la crisis económica de 1929 y el auge del movimiento popular.
El periodismo eminentemente cultural y alejado de los temas políticos que caracterizó a la revista Bohemia en sus años iniciales, cambió paulatinamente a finales de la década de 1920, cuando se comenzó a criticar la realidad nacional, fundamentalmente con una posición contraria a las intenciones prorroguistas del presidente Gerardo Machado y los crímenes del gobernante.
En 1926, cuando la revista estaba a punto de ser cerrada, toma su dirección Miguel Ángel Quevedo de la Lastra, hijo del dueño. A partir de este momento comienza lo que señalan los textos como el cambio en las líneas editoriales de Bohemia, pues se comienza a privilegiar la información por encima de las crónicas sociales, en la búsqueda de un periodismo dinámico que le hiciera competencia a las publicaciones rivales.
Bohemia participó en la huelga de las publicaciones contra la censura gubernamental de noviembre de 1930 y apoyó también las protestas de obreros, sindicatos y estudiantes en esos años. Este ejercicio de crítica abierta al gobierno provocó que la revista fuera censurada y cerrada en varias ocasiones.
En lo político y social, desde su primer mandato el gobierno de Gerardo Machado había desarrollado una represión de los movimientos obreros, estudiantiles e intelectuales, llevando a cabo varios asesinatos. En la segunda etapa de su mandato, iniciada en 1929, se sumaron el descontento popular con respecto a la reelección, la difícil situación económica en que se encontraba el país y la visible incapacidad gubernamental para solucionar la situación. Estos factores condujeron a una creciente inconformidad social por la conjunción de la crisis económica y política, lo que llevó a que se gestara una situación revolucionaria común de oposición a Machado.
Conforme aumentaba la lucha y oposición a Machado, el gobierno respondía con represión: en enero de 1931 se decretó la suspensión de los periódicos y revistas de amplia circulación, entre ellos Bohemia, y se mantuvo la clausura de los medios locales.
En los primeros años de la revista, desde 1925 a 1927, se percibe un apoyo a los proyectos y la gestión de gobierno de Machado. En los números de 1925 son usuales los trabajos, generalmente entrevistas que se realizan a las figuras que formarán parte del futuro gobierno, y que ensalzan las cualidades y la labor de los futuros secretarios y representantes.
En lo respectivo a educación, Bohemia muestra un especial interés, con un gran número de trabajos dedicados al tema. En este periodo inicial, y en todo el restante hasta 1933, destaca una pequeña sección dedicada a los asuntos sobre la enseñanza pública a cargo de Gabriel García Galán, en el cual se ofrecen opiniones generalmente enjuiciadoras sobre la situación de la educación y se mencionan constantemente las promesas hechas por Machado de dedicar cimera importancia a los asuntos escolares. Esta sección es incluso, a veces, la aparente nota discordante de la revista en esos primeros años, criticando, valorando y ofreciendo posibles soluciones a las problemáticas existentes o a las creadas por el gobierno.
Además, en estos años iniciales, se observan una expectación y una opinión positiva acerca de las decisiones del general Machado en un primer momento y, posteriormente, del ya Presidente de la República. En estos trabajos se emplean calificativos respetuosos y que ensalzan a la figura de Machado, muestras incluso del aprecio que se le tenía, entre estos los más empleados son ilustre y honorable que si bien pareciera que son comunes para referirse al más alto mandatario, en números posteriores a 1930 se observa que estos calificativos son sustituidos por el de señor Presidente o por simplemente las nomenclaturas usuales de su cargo sin más adornos.
Es a partir de 1928 que se puede observar un cambio más claro en la construcción de los trabajos acerca del Presidente y su gobierno. Un tema recurrente en esos tiempos fue el de la reelección con comentarios que a través de la ironía dejaban clara la oposición a la prórroga y criticaban la doble moral del gobierno y el partido Liberal que en dos ocasiones se opuso fuertemente a la reelección para ahora llevarla a cabo.
En el año 1933, en los meses previos a agosto, hay un amplio despliegue de la opinión gráfica, fundamentalmente humorística, donde se representa la miseria y el hambre del país en la época.
En estos meses igualmente es palpable un tono irónico en la construcción de los trabajos, a la vez enjuiciador y crítico de las acciones desesperadas del gobierno y el Presidente por permanecer en su puesto, pero con altas dosis de sátira. Además, en varios editoriales se expresa tal cual el deseo popular de que Machado abandonara la presidencia.
Los números de agosto de ese año, anteriores y posteriores al día 12 (fecha en que fue derrocado Machado), están dedicados casi en su mayoría a la crítica contra el mandatario y el resto del gobierno. Entre estos destaca un editorial escrito en forma de carta-demanda y titulado Al Presidente de la República, del 6 de agosto, en el que se resumen la frustración y el odio de un medio y de un país, al decir así:
El pueblo de Cuba ha visto en quiebra sus esperanzas. Las bellas ilusiones se han convertido en enorme desencanto. Porque todas las calamidades que pueden caer sobre un pueblo, han azotado a este país. (…)
Mientras usted ocupe el Palacio, el Palacio será visto por el pueblo como un símbolo de miseria, de sangre y de luto.
Cuando usted lo abandone definitivamente, el Palacio recuperará los prestigios que corresponden a la Primera Magistratura de la Nación.
¡Abandone la Presidencia, General!
En estos números de agosto se hace amplio uso de la fotografía y los fotorreportajes que muestran las masacres del gobierno y también, esto resulta interesante, imágenes de las tánganas y las respuestas del pueblo en el enjuiciamiento y castigo de los esbirros, con imágenes de su muerte por la justicia popular. Son usuales también los perfiles de Machado, su familia y el resto de su gobierno con duras opiniones y muestras acerca de sus daños económicos, políticos y sociales al país, así como su doble moral.
En general, la construcción del discurso periodístico de Bohemia fue cambiando paulatinamente a la vez que cambiaba la posición de la revista con respecto al gobierno de Machado. Una publicación que se precie no puede existir ajena a los problemas de la sociedad y al sentir popular, incluyendo el de la propia publicación, es por ello que la transformación, aunque paulatina se hace palpable en el aumento de las temáticas sobre el ejercicio del gobierno y las críticas al mismo, y en las palabras duras y certeras sobre los crímenes y la masacre de Machado.
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