En las sociedades actuales existen diversos grupos que, dados elementos naturales, económicos u otros producidos por el propio hombre, se encuentran en condiciones de riesgo. De la magnitud de esos riesgos, la capacidad para enfrentarlos y adaptarse a ellos, se deriva que este grupo social pueda encontrarse o no, en situación de vulnerabilidad social.
Autores como Roberto Pizarro y Caroline Moser, señalan que la vulnerabilidad se ha convertido en un rasgo social predominante en América Latina y el Caribe, por los riesgos que provocan la forma de producción y el nuevo patrón de desarrollo de los países de la región. Según su opinión, estos aspectos lo convierten en un concepto explicativo de esa problemática social.
Para conocer sobre la situación actual de la región con respecto a la vulnerabilidad social conversamos con el uruguayo Juan Romero, profesor agregado de la Universidad de la República-Centro Universitario Litoral, del departamento de Ciencias Sociales y especialista en dicha temática.
¿Cuáles son elementos esenciales si hablamos de vulnerabilidad social?
La vulnerabilidad social es entendida como la disminución de las capacidades para hacer frente y poder superar situaciones de riesgo, ya sean naturales o producto de la acción humana, tanto de manera personal como de grupo de personas. Planteado de una manera amplia y abarcativa, en términos sociales serían un conjunto de características sociales, económicas y culturales que limitan el desarrollo humano y social.
Dentro de estas situaciones de riesgo que conducen a la vulnerabilidad social, los estudios han demostrado que la configuración en la distribución de la riqueza generada socialmente es un factor de importancia, sumado el capital social de la persona y familia de pertenencia, capacidades educativas y políticas públicas por parte del Estado u organizaciones no gubernamentales que procuren la formación de herramientas —sean organizativas o personales—, para el desarrollo humano integral.
¿En qué grupos sociales se expresa fundamentalmente la vulnerabilidad social?
En nuestra Latinoamérica quienes se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad social son especialmente los niños/as y adolescentes, seguidos de los jóvenes. Prácticamente más de la mitad se encuentran en condiciones de pobreza, siendo indicadores de ello: altas tasas de mortalidad infantil, problemas en el acceso a servicios de salud, educación, desnutrición, y en las últimas décadas, son los adolescentes y jóvenes quienes sufren las mayores tasas de represión y homicidio por parte del Estado, al tiempo que cargan con los estigmas de la delincuencia y quienes tienen las mayores tasas de desempleo y trabajo precario cuando acceden a un empleo.
¿La adolescencia, como etapa compleja del desarrollo, constituye un factor de riesgo?
La adolescencia en sí no, dado que es una etapa biopsicosocial en la cual las transformaciones emergen y establecen campos de conflicto entre la vida infantil y la juvenil; sino las condiciones en las cuales se desarrolla dicha etapa. Por lo tanto, a modo de ejemplo, dicho proceso no es vivido de manera igual entre un adolescente que vive con las satisfacciones básicas resueltas, alimentación adecuada, vivienda con el confort básica de calefacción, servicios de agua, eliminación de excretas, protección ante fenómenos naturales, sin hacinamiento, etc., que con aquel que no cuenta con estos elementos.
¿Cuáles son las particularidades de la vulnerabilidad social en la región latinoamericana y, específicamente, en su país?
En el caso del cono sur de Latinoamérica, las tendencias se han mantenido en las últimas décadas. Durante la década de los noventa bajo el modelo de desarrollo neoliberal, no solo se consolidó, sino que se profundizó la desigualdad social, afectando mayoritariamente a infantes y adolescentes. Situación que comienza a revertirse en la denominada década ganada (Cepal lo denomino así) entre 2003 y 2013, cuando el modelo desarrollista es llevado adelante por los gobiernos progresistas del continente, en donde se observa una constante caída de la pobreza y mejoramiento de distribución de la riqueza (según índice de Gini) lo que implicó disminuir la pobreza infantil, adolescente y juvenil, pero siguieron siendo los más pobres entre los pobres, ante lo cual la asignatura se mantiene pendiente.
En el caso uruguayo, esa tendencia se mantiene con matices que lo distinguen del resto del continente, por ejemplo, ha mejorado la disminución de la mortalidad infantil, estando solamente Cuba por encima de Uruguay, ha disminuido la pobreza infantil de 6 para 4 cada 10 niños/as, pero continúan siendo los más pobres entre los pobres a pesar de ser uno de los países con mejores índices de desarrollo humano luego de Costa Rica y Argentina (IDH) con mejores índices de distribución de la riqueza del continente según índice de Gini, aproximadamente en 0,36, pero la asignatura continúa pendiente.
¿Qué estrategias, tareas sociales y programas se desarrollan en la región latinoamericana para la superación de la situación de vulnerabilidad social?
Durante la denominada década ganada se llevaron adelante un conjunto de políticas públicas en donde de forma resumida el Estado volvió a tener un papel activo. Esto se expresó en programas sociales que atendieron el acceso a la salud, especialmente en la primera infancia, maternidad, acceso a la educación con programas de becas y transferencias monetarias al hogar que tenían como contraprestación el control de asistencia del niño/a a la escuela; programas de acceso a la vivienda con énfasis en los sectores más pobres de la sociedad; aumento de los derechos laborales que protegen la calidad del trabajo del trabajador, en diferentes países asumen nombres distintos pero son como factores en común en las políticas desarrolladas hacia las condiciones estructurales de los infantes y jóvenes del continente. Somos una región en riesgo, por tanto, no basta con lo que se ha hecho hasta el momento. Lo que importa es todo lo que falta por hacer.
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