12 jun. 2017
Los estudiantes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona se van acercando cuando descubren que, a media mañana de este jueves lluvioso, no cabe nadie más en un teatro universitario inundado con sus compañeros de aula y decenas de profesores que asisten a la presentación de un libro. Los que llegan de último no alcanzan asientos y se acomodan dónde pueden.
Su sorpresa es mayor al ver, frente al auditorio, al conocido cantante Raúl Paz, quien presenta el libro de su amigo y compañero de viaje Ernesto Limia. Ambos protagonizan una gira por diferentes centros universitarios de todo el país. Cuba, ¿fin de la historia? es el título de la editorial Ocean Sur que en breves minutos se les repartirá gratuitamente a los asistentes.
Antes que ninguno de los presentadores empiece el diálogo, Marco Antonio Santana, estudiante de primer año de Geografía, interpreta la canción Regresaré, versión musical de Polo Montañez, inspirada en el poema de Antonio Guerrero. Así el centro universitario capitalino acoge esta gira organizada en el marco de las actividades por el 95 aniversario de la fundación de la FEU, dejando claro que en esta cita matutina se mezclarán arte e historia, canción y compromiso.
«Yo normalmente canto, pero ahora me ha tocado presentar un libro. Empezamos el cinco de mayo en Guantánamo. Es un libro de cinco ensayos escritos en momentos distintos y de manera formidable. La gira fue posible gracias a la Editorial Ocean Sur que tuvo le gentileza de donar cinco mil ejemplares de este magnífico libro», comienza diciendo Raúl Paz, y comenta ideas importantes de cada uno de los acápites que dan cuerpo al volumen.
Después de la presentación, una profesora de Marxismo, es la primera que se deja provocar con la pregunta formulada sobre estas tres palabras —como dice Raúl Paz—: Cuba, fin, historia. «Si llegara el fin de la historia, llegaría también el fin de nuestra identidad. Eso no podemos permitirlo nunca».
Lázaro, estudiante de primer año, se suma a la discusión: cita a José Martí en Vindicación de Cuba, recuerda el ejemplo de hombres que hicieron la historia, habla del Che Guevara, de Fidel Castro. Destaca una idea: «Muchas veces los debates que hacemos en los pasillos o las discusiones que tenemos en el aula, carecen de argumentos, de apoyo científico. Este libro es una base para el debate político y cultural».
Se siguen dos o tres intervenciones de quienes se forman como futuros maestros y Raúl Paz, retoma la palabra para insistir en el primero de estos cinco ensayos que forman el libro de Limia: un capítulo que habla de aquella primera generación de profes, de pedagogos —que nos enseñó a pensar— que contribuyó de forma decisiva a la formación de nuestra identidad como cubanas y cubanos.
Ernesto Limia responde a algunas preguntas que realiza el auditorio. Rememora momentos importantes de la gira y comenta experiencias concretas que sucedieron en distintas universidades. Habla de la importancia de la historia, de la guerra cultural.
En Cuba, reflexiona, «deberíamos tomar la crítica como oportunidad,no como una amenaza». Habla también del periodismo y la comunicación. Pone de ejemplo la misma cobertura periodística que ha tenido la gira, la cual ha sido muy buena, pero se ha limitado a dar la información. Destaca entonces el trabajo del periodista Itsván Ojeda, quien publicó un artículo de fondo, muy bien argumentado, en el semanario 26 de Las Tunas.
Una estudiante recita el poema Canto a Fidel, de Carilda Oliver Labra. Otro le pide con insistencia a Raúl Paz que cante Revolución. La respuesta del artista motiva intensos aplausos: «Hoy no vine a cantar, vine a defender ideas, a defender pensamiento».
Sin duda, esta ha sido una presentación diferente. Se habla del libro, pero se debate, se lanzan ideas, cuestionamientos actuales, incertidumbres del futuro, y se comparten convicciones firmes aprendidas de nuestro pasado. Se habla de socialismo, se construye un país.
En los momentos finales una pedagoga de la tercera edad pide la palabra. Con talento innato envuelve con sus palabras a todos los que la escuchamos. Es breve y sus palabras comprometen a todos. Quedan grabadas en mí y con ellas termino estas líneas.
La señora, delgada, negra, enérgica, dulce, comenta en lo que podría ser un análisis popular de la situación decisiva que vive Cuba hoy: «No todos tenemos el privilegio de tener, tener y tener. Pero hay un privilegio común: somos. Y no hay que decir qué somos, hay que demostrar lo que somos».
Tomado de Alma Mater