Los denominados tanques pensantes o laboratorios de ideas constituyen instrumentos muy útiles al servicio de los intereses de las clases dominantes y los grupos de poder. Su principal objetivo es influir en la conformación de la política de los gobiernos, principalmente, aportando propuestas concretas en diversos temas vinculados a la agenda interna y la política exterior.
Con este propósito elaboran informes, publican revistas e, incluso, sus investigadores ocupan responsabilidades como funcionarios gubernamentales. Estados Unidos desde hace más de un siglo constituye la sede principal de estas instituciones que se han especializado en el lucrativo negocio de la «fabricación de ideas».
A partir de la elección de Jair Bolsonaro, el tanque pensante estadounidense Heritage Foundation, de orientacion ideológica neoconservadora, fue el primero en elaborar un grupo de propuestas que tienen el objetivo declarado de contribuir a que «Brasil sea grande otra vez». Antes de adentrarnos en el plan que tiene concebido esta institución para el gigante suramericano, es imprescindible esclarecer que este «laboratorio de ideas» ha cautivado «los oídos y el cerebro» de la Administración Trump como mismo sedujo a Ronald Reagan con su plataforma programática «Mandato para un liderazgo».
Dentro de sus propuestas más notables acogidas por el actual gobierno estadounidense están: el retiro del Acuerdo de Cambio Climático de París, incremento sustancial del presupuesto militar, reforma de las agencias gubernamentales y el abandono de la UNESCO. Se estima que de las 334 recomendaciones de políticas realizadas por la Heritage Foundation a la Administración Trump, el 64% han sido aceptadas. En estos momentos alrededor de 30 ex investigadores de esa institución están ocupando responsabilidades en diferentes estructuras del Ejecutivo.
Como «premio gratificante» a este esfuerzo en el plano de las ideas y la fundamentación ideológica, Donald Trump visitó la sede de esa institución el 17 de octubre del 2017 para decir insistentemente «Muchas, muchas gracias», lo que indica su plena identificación con las propuestas y, principalmente, para reconocer que es su «laboratorio de ideas» preferido.
La hoja de ruta que ha elaborado la Heritage Foundation para Bolsonaro, fue divulgada recientemente en un artículo que desde sus primeras palabras es evidente que huele a Trump y muestra muy poca creatividad al titularse: «¿Cómo el presidente electo brasileño puede hacer a Brasil grande de nuevo?». Es importante dejar claro que todas las recomendaciones de este tanque pensante, desde su surgimiento en 1973, han estado sustentadas en las cinco piedras angulares del conservadurismo estadounidense: libre empresa, gobierno limitado, libertad individual, restauración de los valores americanos tradicionales y un fuerte gasto militar.
El artículo inicialmente pretende presentar a Bolsonaro como el político que restaurará la libertad económica e individual y enfatiza que el país no retornará a las políticas promovidas por la dictadura militar. Esta necesidad por reafirmar categóricamente que el ambiente represivo no regresará, constituye la principal evidencia que ni la misma Heritage Foundation se cree esta aseveración.
También señala que calificar al presidente electo como reaccionario y populista de derecha es incorrecto y falso. Este segmento introductorio culmina con la siguiente afirmación: «la victoria de Bolsonaro es un desarrollo enormemente positivo y representa un momento decisivo no solo para Brasil sino para América Latina y para las relaciones con Estados Unidos».
En los temas de política interna, las propuestas son:
- Privatización de las empresas de propiedad estatal. Refiere como elemento favorable para implementar este proceso que Bolsonaro ha manifestado públicamente su intención de privatizar las compañías estatales. En esencia, la puesta en práctica de esta propuesta garantizaría «poner a la venta» al gigante suramericano.
- Forjar alianzas entre el gobierno y el sector de negocios brasileños. Constituye un paso necesario para materializar la privatización del país y su implicación más sensible sería el desmantelamiento total de las políticas sociales, lo que conduciría a la reproducción de ciclos interminables de pobreza.
- Venta del gigante aeroespacial brasileño Embraer a la compañía estadounidense Boeing. Esta sería la acción inicial para abrir todas las puertas al capital estadounidense, lo que no tendría límites.
- Renovación moral de Brasil. Este enfoque es muy peligroso debido a que responde a una agenda de sectores extremistas y supremacistas que pretenden promover una especie de «limpieza moral». Las experiencias históricas han demostrado que este tipo de posiciones si se convierten en política de estado es lo más parecido a un régimen dictatorial.
- Restablecer el imperio de la ley. Está en correspondencia con el discurso de Bolsonaro de que la violencia a nivel social y la inseguridad ciudadana en Brasil se han vuelto incontrolables, por lo que se requiere que las fuerzas policiales impongan su autoridad al precio que sea necesario. El método para el restablecimiento de la ley será la violencia institucional.
En el área de la política exterior, las propuestas son:
- Negociación de un Acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos. Constituye uno de los pilares en que se sustentará la subordinación y dependencia total de la política brasileña a los intereses del gran capital estadounidense.
- Promoción de una política alineada a los intereses de Estados Unidos e Israel. Se argumenta que la implementación de este enfoque está garantizado a partir de las simpatías de Bolsonaro con ambos países calificándolo como pro americano y pro israelí. Sobre este último aspecto, durante su campaña presidencial confirmó su intención de trasladar la embajada de su país en Israel de Tel Aviv a Jerusalén siguiendo el ejemplo de Donald Trump.
- Distanciamiento con China en el área económico-comercial y política. Se sostiene como razón principal para esta línea de actuación la supuesta falta de transparencia de China en sus acuerdos comerciales. Esta propuesta esconde la esencia del problema que se refiere a los obstáculos que impone el gigante asiático a las pretensiones hegemónicas exclusivas de Estados Unidos en el área, lo que ha sido calificado como una amenaza a la seguridad nacional estadounidense.
- Implementación de un esfuerzo regional liderado por Bolsonaro para «confrontar el régimen de Maduro en Venezuela que es apoyado por Cuba». Los esfuerzos encabezados por Washington para aislar políticamente a Caracas han sido sistemáticos y constituyen una de sus prioridades de política exterior en el área. Atribuirle un rol de liderazgo al presidente electo brasileño en este tema constituye por un lado una garantía para los intereses del gobierno estadounidense, pero tendría serias implicaciones políticas para la estabilidad regional por la carga de entusiasmo que Bolsonaro le pondría al cumplimiento de esta misión.
Estas propuestas «coincidentemente» expresan la esencia del pensamiento de Bolsonaro adecuado a las peculiaridades de un extremista de derecha en un país latinoamericano que tiene como modelo de referencia al actual presidente de Estados Unidos, lo que podría convertirlo en una peligrosa caricatura política de Donald Trump cautivado por su mismo laboratorio de ideas.
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