Después que el ideólogo Steve Bannon dejó atrás su responsabilidad como jefe de estrategia de Donald Trump, muchos podrán preguntarse a qué se está dedicando uno de los arquitectos principales de la agenda «América Primero». Este tenebroso personaje que se convirtió en el principal promotor de las órdenes ejecutivas contra los emigrantes y los musulmanes, de un profundo odio contra las minorías, está muy activo organizando un movimiento nacionalista a escala global.
Steve Bannon nació en el Estado de Virginia en 1953 procedente de una familia de clase blanca trabajadora. Fue miembro del ejército estadounidense durante 4 años, realizó estudios de maestría en administración de empresas en la elitista Universidad de Harvard, trabajó en el área de inversiones de la poderosa compañía financiera norteamericana Goldman Sachs, produjo películas y documentales en Hollywood sobresaliendo por su enfoque profundamente conservador y antes de vincularse a la campaña de Trump se desempeñó como editor del sitio web de extrema derecha Breitbart News.
La visión del mundo de Bannon parte de la premisa que la civilización humana está atravesando por una gran crisis. Considera que Estados Unidos está viviendo «el colapso de una generación decadente que ha olvidado los valores fundacionales que hicieron alguna vez a América grande». En el año 2014, impartió una teleconferencia en la que afirmó que el mundo está transitando por la etapa inicial de un conflicto muy brutal y sangriento como resultado del islamismo jihadista. Argumentó la existencia de una crisis simultánea del capitalismo, la iglesia y la civilización occidental. Se definió a sí mismo como «un combatiente en medio de una guerra épica».
Desde finales del 2017, Bannon está creando las condiciones para establecer una especie de «escuela de gladiadores» en las afueras de Roma. Su propósito estratégico es formar a la próxima generación de guerreros culturales de extrema derecha, quienes se encargarán no solo de promover el pensamiento nacionalista y populista sino de convertirlo en política de Estado. Uno de los objetivos fundamentales es que estos «gladiadores» lleguen a ocupar responsabilidades en las estructuras del poder político. La lógica es muy clara si no son capaces de incorporar estas ideas en una agenda de gobierno solo quedarían como un grupo de personajes oscuros con una ideología extremista.
El lugar que escogieron como sede de la escuela es el monasterio medieval de Trisulti que se encuentra alejado en una zona montañosa. A partir de la filosofía que inspira a Bannon, no podía haber seleccionado un mejor sitio para el adoctrinamiento de jóvenes dispuestos a involucrarse en esta cruzada ideológica. El monasterio ya fue rentado por el tanque pensante conservador católico Instituto de la Dignidad Humana, dirigido por el británico Benjamín Harnwell, aliado y discípulo de Bannon. Tienen previsto abrir la escuela en el 2020.
Según el diario estadounidense The Washington Post, en estos momentos Bannon y Harnwell están enfrascados en el reclutamiento de profesores y la selección de los futuros alumnos. Durante la formación docente tienen previsto dar clases de teología, filosofía, economía e historia. Bannon impartirá conferencias sobre sus concepciones políticas e ideológicas y, en especial, enseñará cómo emplear los medios y las redes sociales para influir y manipular a grandes segmentos de población, lo que constituye su principal especialidad que la empleó exitosamente durante las campañas presidenciales de Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Según el coordinador de este proyecto Benjamín Harnwell, una «generación de líderes se formará aquí e irán para Roma, otras capitales europeas y Washington». Este plan, que tiene todo un matiz de cálculo y perversidad política, ya está encontrando resistencia. El presidente honorario del tanque pensante que está rentando el monasterio, cardenal Renato María Martino, le envió una carta a Harnwell enfatizando que no podían existir distorsiones de la idea original de emplear ese lugar para un centro de estudios católicos. Evidentemente, las ideas fundamentalistas de Bannon generan rechazo, incluso, en los sectores más conservadores de la iglesia católica.
La «escuela de gladiadores» es una iniciativa muy peligrosa que estará centrada en inculcar que la única forma de salir de la crisis es volviendo «a abrazar el nacionalismo blanco cristiano», refundando el capitalismo, reestructurando el orden global y librando una guerra contra el Islam. Esta es la esencia del pensamiento de Bannon, quien cuando se le pregunta cómo fue posible el triunfo de Donald Trump, responde sin titubeos: «Rabia y miedo es lo que lleva a la gente a las urnas».
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