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La opinión pública estadounidense ante el COVID -19

1 abr. 2020
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El nuevo coronavirus tiene un impacto devastador a nivel global y las capacidades para enfrentarlo están muy limitadas por múltiples razones, que van desde la inadecuada infraestructura en materia de atención médica hasta la manera desacertada en que los gobiernos gestionan esta crisis. Estados Unidos y, en especial, la ciudad de Nueva York se ha convertido en el epicentro de esta pandemia. La administración Trump no ha podido manejar esta situación que es el principal tema del debate público en ese país con perspectivas de convertirse en un asunto de proporciones impredecibles con su consiguiente impacto en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Atendiendo a la importancia de esta temática y la percepción que genera en la opinión pública estadounidense, el prestigioso Centro de Investigaciones Pew realizó una encuesta entre el 19 y 24 de marzo a un grupo de 11 537 adultos que viven en Estados Unidos. Los resultados del sondeo arrojaron que la mayoría de los encuestados están crecientemente alarmados por la rápida transmisión del COVID – 19. El 88% consideró que el nuevo coronavirus es una amenaza mayor a la economía del país, el 66% estimó que atenta contra la salud de manera considerable y el 49% señaló que afecta su situación financiera personal.

En cuanto al impacto sobre la fuerza de trabajo, el 33% precisó que ellos o alguien de su familia han perdido su empleo, le han reducido su salario o han limitado sus horas de trabajo, lo que constituye un indicador muy negativo que tiende a complicarse en las próximas semanas a partir de que es previsible un incremento sostenido en la transmisión del virus. Las implicaciones que tiene la pandemia en la dinámica del empleo constituye uno de los aspectos más preocupantes para el actual gobierno debido a que no es posible establecer con certeza cuándo se estaría en condiciones de regresar a la normalidad. En este sentido, el 65% de los estadounidenses afirmó que se generaría una recesión, lo que tendría un efecto muy negativo en las aspiraciones de reelección de Donald Trump.

Como  aspectos que ilustran el clima de inseguridad que prevalece en Estados Unidos por el impacto de este nuevo coronavirus, la mayoría de los encuestados coinciden en que deben adoptarse las siguientes medidas: restringir el comercio internacional hacia territorio continental (95%), cancelar los eventos deportivos y los eventos de entretenimiento (91%), cerrar las escuelas (89%), exigirle a las personas que eviten reunirse en grupos de más de 10 individuos (87%), limitar los restaurantes exclusivamente a comida para llevar (85%), requerir que cierren la mayoría de los negocios (71%) y posponer las elecciones primarias estaduales (70%). En términos prácticos, sería paralizar la dinámica de funcionamiento del país con sus consiguientes consecuencias negativas.  

Con relación a la manera en que Donald Trump está manejando esta crisis, el 52% considera que está haciendo un mal trabajo, lo que evidencia la inconformidad de la mayoría de los ciudadanos con la gestión del mandatario quien se ha mostrado sistemáticamente errático e improvisando. A partir de los estimados de los expertos estadounidenses en este tipo de enfermedades, las próximas dos semanas serán el momento más crítico debido a que se proyecta un crecimiento de la transmisión y lo más preocupante es que los cálculos indican que serán cientos de miles de muertes en Estados Unidos.

Por lo tanto, los resultados arrojados por la encuesta muestran un escenario complejo pero que es muy seguro que empeore de manera dramática en los próximos días. En ese sentido, las cifras y por cientos actuales van a incrementarse de manera sostenida, lo que será solo un reflejo parcial del fuerte impacto que tendrá esta pandemia para el pueblo estadounidense.

Todavía los efectos más serios para los ciudadanos de Estados Unidos están por llegar y dado las implicaciones negativas para la economía en sentido general, el empleo, la salud pública, la percepción de seguridad, la confianza en la gestión del gobierno federal y en el manejo de la crisis por parte de la Casa Blanca, es evidente que este será el mayor desafío que tendrá por delante Donald Trump. Teniendo en cuenta todos estos elementos, es un hecho que su principal rival para las elecciones presidenciales ya tiene un nombre y se llama: COVID – 19.

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