Después de varias semanas de intenso debate y profundos análisis en el equipo de Biden sobre quién sería la candidata con mejores condiciones, se impuso la aspirante que sin lugar a dudas es la menos vulnerable a los ataques de Donald Trump, quien después de conocer el anuncio publicó un video en twitter en el que su campaña acusa a Kamala de ser una “farsante” y “un error para Estados Unidos”. A partir de este momento, los estrategas trumpistas deben estar terminando el diseño de sus planes de embestida contra la senadora. No obstante, esta decisión no solo encierra un mensaje simbólico sino también es histórica debido a que es la primera vez en la historia de esa nación que es propuesta para esta responsabilidad una mujer negra con orígenes familiares en la India y Jamaica.
Por lo tanto, este hecho sin precedentes solo es posible por las circunstancias especiales en que se desarrolla en la actualidad la sociedad estadounidense marcada por profundos e intensos cambios en todas las facetas de su vida económica, política, social, cultural y demográfica. Algunos medios han calificado a Kamala como una variante femenina de Barack Obama. Es obvio que la candidata a vicepresidenta independientemente de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre, se ha convertido en lo que algunos denominan como una estrella en ascenso dentro del Partido Demócrata. A partir de este momento, resulta una figura muy atractiva para entender sus posiciones políticas y descifrar la esencia de su pensamiento sobre los principales temas de la política interna y exterior de Estados Unidos.
Desde el mismo momento en que se conoció su designación, los principales medios de prensa internacional comenzaron a destacar su trayectoria política y las prioridades dentro de su agenda como fiscal y senadora. La mayoría reiteran lo mismo: nacida en California el 20 de octubre de 1964, su madre nació en la India y su padre en Jamaica, estudió ciencias políticas en la Universidad de Howard en Washington DC, en 1989 se graduó de derecho en el “Hastings College of the Law” de la Universidad de California. Posteriormente, ocupó varias responsabilidades como fiscal durante 20 años hasta que llegó a convertirse en la Fiscal General de California entre el 2011 y el 2017. En enero de ese propio año, juró en su cargo como senadora federal representando a su estado natal. El hecho de significación más reciente en su carrera política, fue su decisión de convertirse en la aspirante a la presidencia por el Partido Demócrata.
En síntesis, los medios se han enfocado en estos aspectos para la incesante, abrumadora e interminable construcción de noticias, pero casi ninguno ha reparado en destacar sus raíces familiares que nos aproximan a las esencias de su vida y pensamiento. En este sentido, aquellos que tengan interés o simple curiosidad por conocer los orígenes de la actual candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, deben leerse su libro autobiográfico titulado: “Las verdades que sostenemos: Un viaje americano”.
El texto fue publicado en el año 2019 y se introduce en varias facetas de la vida de la senadora tratando de reflejar un balance entre los aspectos más familiares y su carrera política. Sin lugar a dudas, se convierte en el clásico libro de todos aquellos que en Estados Unidos aspiran a la presidencia de ese país. Por lo tanto, hay que leerlo con esa visión y desde una perspectiva crítica sobre sus intenciones y enfoques. No obstante, tiene el gran valor de ser una historia de vida contada por la propia protagonista.
Según la propia Kamala, su máxima fuente de inspiración y ejemplo en su vida fue su madre llamada Shyala Gopalan, quien nació en la India y se ganó una beca en la Universidad de California en Berkeley en el año 1958 para realizar estudios de doctorado en nutrición y endocrinología. En aquel momento, Shyala tenía tan solo 19 años y era su primer viaje a Estados Unidos. Después de graduarse como doctora con 25 años se convirtió en una investigadora dedicada al estudio del cáncer de mamas.
El padre de Kamala llamado Donald Harris nació en Jamaica y también se ganó una beca en Berkeley donde conoció a Shyala. En su caso, realizó estudios de economía, se hizo doctor y hasta el 2019 se desempeñaba como profesor emérito en esa materia en la Universidad de Stanford. Por lo tanto, aunque los padres de Kamala se separaron cuando ella tenía 5 años, ella creció en un ambiente donde se promovía las ciencias, el conocimiento y el debate. En ese sentido, destaca en el libro que durante el proceso de divorcio “ellos no pelearon por dinero. La única cosa por la que ellos pelearon fue por quién se quedaba con los libros”.
Kamala durante su niñez viajaba con frecuencia a la India para visitar a sus abuelos maternos. En su vida influyó de manera especial todo lo relacionado con la cultura de esta nación. Precisamente su nombre es de origen hindú y quiere decir: flor de loto y significa pureza, resurrección y belleza. En su libro describe que su abuela nombrada Rajam Gopalan era una organizadora comunitaria y se dedicaba a defender los derechos de las mujeres que eran golpeadas por sus maridos. En el caso de su abuelo P V Golapan había participado en el movimiento independentista de la India y fue un alto funcionario diplomático en su país.
A partir de estas influencias, Kamala explica que tanto su madre como su padre fueron activos participantes en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, se manifestaron contra la guerra de Vietnam y estaban fuertemente motivados por la rebeldía de aquellos tiempos. Ella plantea con vehemencia en el texto que recuerda vívidamente esos momentos en que sus padres estaban cargados de esa energía y afirma: “la justicia social era una parte central de las discusiones en mi familia”. En las páginas se revela que sus padres eran más que participantes en las protestas y los califica como pensadores que compulsaban ideas llegando a organizar un grupo de estudios en la comunidad para leer los trabajos de los escritores negros que eran ignorados por la universidad.
Con relación a la complejidad de la inserción racial y cultural de su familia en Estados Unidos atendiendo al origen de su madre, Kamala señala: “desde el momento en que ella arribó de la India, ella decidió vivir y fue bienvenida por la comunidad negra. Esa fue la fundación de su nueva vida americana”. Al respecto, enfatiza que su madre siempre entendió muy bien que estaba criando a dos hijas negras. Más recientemente, en una entrevista concedida por la senadora hace dos meses a la cadena Telemundo afirmó: “Mi madre vino a Estados Unidos cuando tenía 19 años y vino sola, no te puedo decir la cantidad de veces que de niña y de joven veía cómo maltrataban a mi madre, las suposiciones que las personas hacían sobre su inteligencia, de su estatus, porque era una mujer bajita, de tez oscura y con un acento fuerte”. Es decir, fueron víctimas del racismo sistémico.
En el prólogo del libro, reflexiona brevemente sobre ideas que resultan claves en sus posiciones políticas y nos aproximan a cuestiones esenciales de su visión de la sociedad. En ese sentido, dice que es necesario decir la verdad sobre el racismo, el sexismo, la homofobia, la transfobia y el antisemitismo debido a que son problemas reales de Estados Unidos. Enfatiza que es importante decir que con la excepción de los americanos nativos, todos los que viven en ese país descienden de personas que no vivían en el territorio continental. Señala que debe hablarse sobre la brutalidad policial y el asesinato de los negros. Aboga por criticar a las grandes compañías farmacéuticas y el egoísmo de las corporaciones.
Si bien todos estos pronunciamientos son atractivos y motivan a un sector dentro de los votantes y las circunstancias objetivas del país favorecen a la fórmula demócrata, todavía es apresurado afirmar con certeza quién se impondrá en las próximas elecciones presidenciales. No obstante, estas posiciones que podrían calificarse como “progresistas” cada día están calando más hondo en suelo americano, lo que configura un cambio que está en el horizonte inmediato y Kamala está llamada a jugar un rol decisivo en este escenario.
Comentarios