La primera capital del reino guatemalteco no estuvo ni en Antigua ni en la Ciudad de Guatemala, sino en lo que es hoy el parque arqueológico Iximché (árbol de maíz) que construyeron los kaqchiqueles en 1478.

Los españoles fundaron Santiago de Guatemala el 25 de julio de 1524 como el primer asentamiento formal de la Corona en ese lugar, 91 kilómetros al noroeste del más importante centro urbanístico guatemalteco en la actualidad.

Tras la conquista de Pedro de Alvarado (1485-1541) sobre Utatlán, los españoles crearon alianzas con los kaqchiqueles para someter a los quichés, tzutuiles y pipiles.

Una carta de Alvarado a Hernán Cortés (1485-1547), fechada el 27 de julio de 1524, demuestra la buena acogida a los castellanos en Iximché: «(…) Yo, señor, partí de la Ciudad de Utatlán, y vine en dos días a esta Ciudad de Guatemala, donde fui muy bien recibido de los señores de ella, que no pudiera ser más en la casa de nuestros padres, y fuimos tan proveídos de todo lo necesario, que ninguna cosa hubo falta…».

Sin embargo, como suele suceder en la relación dominadores-dominados, los españoles abusaron de la confianza y les exigieron oro a los kaqchiqueles, ante lo cual estos decidieron abandonar su propia capital el 28 de agosto de 1524.

A raíz de las excavaciones realizadas en el sitio, localizado en una meseta y rodeado de hondos barrancos, se hallaron instrumentos de piedra, esculturas y cerámicas, conservados en un pequeño museo.

*Tomado del libro: Guatemala a segunda vista. Esencias culturales (Ocean Sur, 2020).