El volumen No.3 de Contexto Latinoamericano, esencialmente dedicado a las luchas y resistencias de las mujeres en América Latina y el Caribe, recoge historias y momentos centrales de ellas: las mujeres indígenas, la batucada feminista de Colombia, las Abuelas de Plaza de Mayo, la lucha de las hermanas dominicanas, la lucha de la periodista Morislava Breach por la verdad, el compromiso militante de Tina Modotti.
Agradezco a la coordinación de la revista Contexto Latinoamericano la invitación a esta presentación. Estoy aquí como colectivo que desde el año 1995 realiza los Talleres internacionales sobre Paradigmas emancipatorios en América Latina y el Caribe, donde se produce el encuentro de muchos y muchas involucrados en procesos de luchas y resistencias en la región compartiendo un proyecto de una sociedad más justa y un mejor posible. El duodécimo Taller internacional realizado en enero del año pasado, estuvo dedicado a la luchadora hondureña Bertha Cáceres y al líder histórico de la Revolución Fidel Castro. En este taller se fortaleció la alianza por una presencia viva de los sueños y proyectos de Bertha, así como un reclamo de justicia por su vil asesinato. Bertha fue una compañera amiga de los talleres Paradigmas emancipatorios, de la Revolución cubana, compartiendo nuestros proyectos y nuestros desvelos por hacer más socialista la revolución cubana. Por ese compromiso converso, hablo en esta presentación.
Quiero empezar por elogiar, sin falsas apologías, el hacer que va caracterizando esta segunda temporada de Contexto, por varias razones. La mayor cantidad de textos son escritos por jóvenes cubanos y de otras latitudes. Ellos, intelectuales alertas y audaces, ponen sus visiones, preocupaciones e indagaciones con una energía y convicción contagiosas.
Sin duda, una de las cosas que aparece cuando nos acercamos a ese activismo social, político, cívico, profesional, comunitario de las mujeres, es la virulencia de la violencia, el odio misógino, la prepotencia del patriarcado del capitalismo neoliberal, el despotismo del sentido común machista y androcéntrico.
En esa línea está el artículo «Mujer y líder activista, combinación peligrosa en América Latina», que aparece en la portada identificando la sección de Actualidad y que valida la idea remarcada de la perfidia del mecanismo de poder que hace aparecer lo inhumano, injusto e inútil, la violencia, la muerte, la represión, la persecución; cotidianidad intimidante de amenazas y simbólica de horror. Con la total complicidad de un mercado del silencio sobre la información y la comunicación, se continúa una arremetida contra las mujeres en la región. Y entonces el solo hecho de ser mujer hoy se ha vuelto peligroso. Es necesario desmantelar este sentido común, y revelar por qué este hecho insólito es inhumano por esencia. Hay en la revista datos que ilustran la arremetida contra las mujeres hoy en la región. Se evidencia también que la lucha de las mujeres, su feminismo revolucionario, es contra la cultura patriarcal, denunciando y enfrentando a los poderes económicos y políticos de clase que son responsables de la explotación y de la llamada feminización de la pobreza.
Hoy el movimiento de mujeres en la región hace parte de un proyecto compartido de fuerzas y procesos revolucionarios, movimiento social ambicioso pero necesario, que intenta modificar no sólo la condición de la mujer, sino el estatuto de lo humano como ente genérico y universal, dando la batalla por hacer visible las múltiples formas de dominación patriarcal en el campo de las relaciones sociales, las actitudes, los comportamientos, las mentalidades y el inconsciente colectivo.
La lucha es peligrosa y tiene el costo de la vida de muchas mujeres, quienes con un alto esfuerzo han desafiado el orden patriarcal que cala todas las redes de la vida, hasta de la propia de las organizaciones en donde militan, de las estructuras o instituciones donde laboran, de la vida personal íntima que atesoran. Y una vez desafiado, se enfrentan al mecanismo perverso que busca intimidarlas, por la violación, el abuso, la muerte, la desaparición, el prejuicio. Ellas, una vez más, insisten y por eso es que vuelven en una combinación peligrosa, porque no tienen miedo.
Recuerdo aprender de Bertha Cáceres una canción de lucha donde se canta: «nos tienen miedo porque no tenemos miedo». Esa es la fuerza de esas mujeres, de sus obras, de sus creaciones, de sus nacimientos, el no tener miedo. Es por eso que para los poderes hegemónicos, los poderes corruptos, las oligarquías, el paramilitarismo, los fundamentalismos, son un gran peligro ellas; sus vidas privadas como mujeres, son el acto político público de Revolución, de las rebeldías.
Así lo sentimos en el texto «Aparecerá el amor», del joven Reisel, donde expone de manera sucinta el origen del movimiento de las madres y abuelas de Plaza de Mayo y su permanencia en el tiempo porque las mueve un sentimiento que no conoce el miedo: el amor que las junta, las moviliza, las organiza por la justicia y la verdad.
«El sendero de las mariposas», de Ana Carla Jiménez, con una prosa sencilla, clara y profunda, ayuda a responder la pregunta del sentido común y por qué existe en el mundo un día de lucha contra la violencia. Es didáctico y justo su recuento de la historia de lucha de las hermanas Mirabal, mujeres caribeñas, dominicanas, que no tuvieron miedo de enfrentar y desafiar al dictador Trujillo. Por eso no puedo dejar de celebrar la invitación final de Ana Carla: transitar el camino de las mariposas, que no es otro que el sendero de la rebeldía por un mundo feminista, justo y democrático.
La entrevista de Paula Campanioni a la Tremenda Revoltosa Batucada Feminista imprime una alegría a las rebeldías de las mujeres. La batucada es una forma otra de expresión de esta rebeldía de las luchas feministas latinoamericanas por la celebración de la vida con una fuerza de denuncia arrolladora. Ellas rompen el silencio de los feminicidios, de la violencia y lo gritan con sus tambores, agrupados a ritmo, como una infantería contra toda la dominación múltiple del capital, el racismo, el colonialismo, el patriarcado, y por eso ellas no andan solas con sus toques, sino que llaman, unen, acompañan todas las luchas del pueblo colombiano y desafían el frío calculo de muerte del miedo del poder.
Un acierto fue la solicitud de colaboración de la investigadora mexicana y feminista Silvia Marcos En este texto los lectores diversos deberán indagar una vez concluida su lectura sobre ese insondable otro mundo de las luchas zapatistas desde el simbólico 1ro. de enero de 1994 y su compromiso con las luchas milenarias de los diversos pueblos originarios, legítimos cuidadores de la selvas y montañas del sudeste mexicano. Hoy, como en ese enero finisecular, vuelven a estar estos pueblos en el vórtice de los cambios radicales, de esos que van a la raíz de los pueblos y la humanidad. Han decidido aparecer en el escenario político institucionalizado del Estado fallido mexicano con una candidata mujer, nahua, sanadora, líder espiritual, y por supuesto están todas las fuerzas de la derecha mexicana impidiéndolo. Pero el movimiento social popular mexicano empuja, persevera y camina, sobre todo porque expresan la emergencia emancipatoria de una nueva manera de vivir, una cultura de vida otra, sentidos diversos de lo humano emancipado. Como señala Silvia ellas y ellos son una insurgencia epistémica. ¿Qué significa esto? Una inversión de la manera de conocimiento sobre el mundo, articulando los conocimientos ancestrales comunitarios con los saberes llegados de las propuestas de luchas emancipatorias de otros contextos. Defienden su concepción del mundo donde no hay linealidades, ni jerarquías ni hegemonismos. Hoy en América Latina y el Caribe, el movimiento de mujeres apuesta por un feminismo popular y comunitario que integra sin diluirlas las reivindicaciones de género, clase, raza, para construir un saber compartido de cómo hacer la lucha por la transformación práctica del capital y toda su lógica del miedo, que apuesta por el socialismo como horizonte de sentido y utopía liberadora, como afirma Nalu Faria en la Editorial.
Poner al pensamiento en función de transformar la vida real de mujeres y hombres es lo que legitima la validez revolucionaria de una teoría, pero esta transformación exige, también, cambios en la conciencia de manera que el pensar se haga subjetividad y praxis de mujeres y hombres.
Si salimos para las calles y preguntamos cuantas están contra el machismo, casi todas las mujeres estamos contra el machismo, pero si decimos cuantas estamos contra la lógica patriarcal y cuantas nos consideramos feministas, sencillamente muchas bajaran las manos porque el feminismo sigue siendo una teoría vista con prejuicios. Tenemos el reto de cambiar la mirada. Hay que trabajar porque las mujeres se apropien del feminismo revolucionario, popular, comunitario. Si en el siglo XX el marxismo como teoría revolucionaria acompañó las luchas de los movimientos populares, el feminismo en el siglo XXI está siendo la teoría revolucionaria que está acompañando y proponiendo los cambios más radicales.
No quiero terminar sin referirme al resto de los textos del volumen. Dos textos de análisis sobre la dominación geopolítica y estratégica en la región son esclarecedores para orientarnos en la lectura y desclasificación de los acontecimientos vertiginosos diarios. Uno, referido a Venezuela que ya tiene convocadas elecciones presidenciales; Pavel, su autor, nos alerta sobre los desafíos y la resistencia del proceso bolivariano venezolano, su defensa y creatividad democrática, que hace imposible un «incendio en pradera seca». El otro, sobre la política estadounidense del ya veterano en estos temas, el profesor Jorge Hernández, nos permite con justeza y claridad ir más allá del fenómeno Trump y profundizar en el análisis de los síntomas fascistas de un sistema cultural conservador, xenófobo, racista, autoritario, populista y conservador.
En esta misma cuerda aportan y enriquecen el análisis, pero hacía pensar los cómo hacer las estrategias emancipatorias, la entrevista a Tristán Bauer que hace el periodista Rodolfo Romero. ¿Cómo enfrentar la abatida cultural e ideológica de la dominación? Bauer tiene respuestas muy útiles para hacer posible una comunicación de izquierda y alertas claves sobre la alianza entre el sector mediático y judicial, y la presencia de hegemonía en las redes sociales.
Otro momento a disfrutar en el volumen, es la invitación por Stella Calloni en «La sencillez de la palabra justa», a la lectura del libro ¡Papá, son los muchachos! Así nació el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Colombia, sobre la historia heroica y perseverante del ELN colombiano.
Por su parte, Diálogos marxistas nos ofrece de la mano de María del Carmen Ariet un texto del revolucionario ruso Lunacharski sobre Lenin. Necesario convite para estos tiempos y para todas las edades, es conocer sobre la personalidad, derroteros y creatividad del genio del gran revolucionario ruso.
Finalmente, cierra esta edición con un texto sobre la revolucionaria italiana Tina Modotti, quien falleció precisamente en un mes de enero de 1942 y tuvo en toda su obra las motivaciones suficientes para sentirse plena en el decir sobre una época revolucionaria, sobre un cosmopolitismo de vocación y sobre su vida privada intensa y libre.
No tengo el tiempo, ni es la ocasión, para referirme a mujer y socialismo en Cuba. Pero quiero terminar con estas palabras de Vilma Espín: «La mujer ha encontrado la libertad en el socialismo, pero la libertad no solo significa ausencia de presiones, sino libertad de decidir».
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