“Acciones y no palabras” debería ser el slogan para muchos gobiernos de América Latina y el Caribe en la lucha contra la COVID-19.
Nuestra región, de acuerdo con la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcenas, presenta un modelo de desarrollo “extractivista”, “desigualador”, que promueve una cultura del privilegio, lo cual ha significado que, ante la aparición del nuevo coronavirus, se magnifiquen los problemas estructurales y las vulnerabilidades ya existentes dentro del continente.
Baja productividad, mal reparto de los recursos, desigualdades entrecruzadas, crecimiento mediocre, afectación de sectores vitales como el turismo, son solo alguno de los elementos que han inclinado la balanza a favor de la nueva pandemia en detrimento de la vida humana.
A su vez, la alta funcionaria de la CEPAL, recuerda que la COVID-19 en el 2020 ha generado múltiples impactos económicos en el Caribe, incluyendo una caída del 6.9% en el crecimiento y la expansión del déficit fiscal.
Estas declaraciones se suman a las del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien recientemente arremetió contra los gobiernos neoliberales de la región, asegurando que el nuevo coronavirus evidencia las consecuencias de 40 años de imposición de este modelo.
Durante la tercera jornada del Congreso Futuro 2021, evento científico con sede en Chile, el académico estadounidense, demostró, al igual que Bárcenas, cómo las administraciones de América Latina el Caribe no han sabido responder ante grandes desafíos, y han exacerbado las desigualdades, especialmente en las sociedades donde no hay acceso universal al sistema de salud.
El también catedrático de la Universidad de Indiana
consideró que los países con más éxito para enfrentar la COVID-19 han sido
aquellos «con gobiernos efectivos, instituciones robustas y buena ciencia».
Tanto para el Premio Nobel estadounidense, como para Alicia Bárcenas, una de las formas para enfrentar esta nueva enfermedad, es a través de un futuro sostenible y gobiernos más conscientes.
Si hoy más que nunca es imprescindible cuidar del medio ambiente, es porque hemos superado los umbrales planetarios rebasando la capacidad de carga natural que nos sustenta: 47% de los ecosistemas naturales están deteriorados, 25% de especies están en peligro de extinción.
Los recursos naturales son finitos e imprescindibles para el desarrollo de la vida humana, lo que hace una prioridad su cuidado y protección.
Por otro lado, una estrategia fundamental debe ser, de acuerdo con la alta funcionaria de la CEPAL, implementar un nuevo acuerdo y un pacto de financiamiento para el desarrollo y a la refundación del Acuerdo de Bretton Woods, para que «de una vez por todas enfoque la deuda de manera colectiva, redistribuya la liquidez del norte al sur».
Sobre este mismo tema Stiglitz opina que atender solo al crecimiento del producto interno bruto de los países no es suficiente, sino que se debe contemplar también factores como la sostenibilidad, la reducción de la desigualdad, garantizar la salud y los ingresos de la población y tener buenos sistemas de seguridad social.
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