La familia de Lanz, la cual dio la alerta y se mantiene buscando todas las formas posibles de que aparezca con vida, sostiene que “a partir de la información disponible, pareciera que Carlos fue extraído de su casa repentinamente y sin ningún signo de fuerza”.
Por un registro del computador de “El Profe”, como muchas personas le dicen con cariño, se sabe que la última conexión de Lanz fue a las 9:45 a.m. Una hora y 15 minutos más tarde, a las 11:00 a.m. del sábado 8 de agosto su hija se despertó y se dio cuenta de que el padre no estaba en la casa. No desayunó y no tomó sus pastillas diarias, lo cual afirman que son dos cosas bien raras en él. No dijo a nadie a dónde iba ni tampoco que iba a salir. No estaba con los amigos habituales. No tomó los medios de transportes habituales. No se llevó mucha ropa. Y dejó su computador activo con varios textos en proceso, así como también dejó varias actividades programadas en su agenda de los recientes días. Hasta hoy no hay pistas de su paradero.
Varias hipótesis se manejan en el caso. Sin embargo, es muy difícil señalar culpables aún. Tanto los medios chavistas, como los de la oposición, incluso los movimientos que se han manifestado sobre el caso y la propia familia declaran que el centro del trabajo de los últimos años de Lanz (la guerra no convencional contra Venezuela) podría ser la razón detrás de esta desaparición.
Y es que Carlos Lanz siempre ha sido un dirigente de izquierda. Un pensador y operador político. Desde joven formó parte de las diversas fuerzas venezolanas que se opusieron por la vía de la revolución armada al entonces gobierno de Rómulo Betancourt. Participó en las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y más tarde fundó los Grupos de Comandos Revolucionarios (GCR). Estas últimas son experiencias de guerrilla revolucionaria urbana que se enfrentaron durante la segunda mitad del siglo XX al avance del plan de muerte y dominación la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos en el continente.
Asimismo, es uno de los referentes más fuertes de la Investigación-Acción Participativa en todo el movimiento tanto de Teología de la Liberación como de Educación Popular en Venezuela. Junto con eso, es uno de los padres del movimiento llamado Nuestra América, el cual sembró durante muchos años gérmenes de construcción revolucionaria en ese país y en toda la región. El desarrollo de su trabajo e investigación se ha centrado en el análisis de inteligencia desde una perspectiva revolucionaria muy fuerte. Es un referente ideológico, organizativo y de investigación más reconocidos en la nación bolivariana.
Es una figura importante para la estructura de formación de la Revolución Bolivariana. Llegó a ser parte del equipo de la Comisión Promotora Nacional de la Constituyente Educativa, creada en el marco del proceso de elaboración de una nueva Constitución (1999) que culminó con la aprobación de la actual Carta Magna, una de las más avanzadas en materia de derechos sociales para su época.
En los últimos años venía trabajando en el tema de las “proxy wars” y cómo se han desarrollado la estrategia de desestabilización contra Venezuela. Tanto ha aportado su mirada crítica y profunda en este tema que para entender el avance militar contra el país, Lanz es una de las referencias obligadas.
A las 96 horas de la desaparición, movimientos sociales se concentraron en la Plaza Bolívar de Caracas para exigir que aparezca con vida este intelectual revolucionario.
“Venimos aquí a comunicar fundamentalmente a todas las organizaciones y movimientos revolucionarios de todo el país, a articular acciones que tengan como objetivo la búsqueda del compañero Lanz”, afirmaron. También destacaron el aporte del profesor a sus bases ante sus “investigaciones en materia de guerra no convencional y operaciones psicológicas que han formado a varias generaciones de revolucionarias y revolucionarios”.
Entre las organizaciones comprometidas con la búsqueda del profesor están el Frente de Combatientes Bolívar-Chávez-Magoya, Movimiento Pedagogía Insurgente, Fundación Argimiro Gabaldón, Movimiento Social Campesino Tomasote, Fundación Sucre Vive, estado Sucre, Periódico Querella, Aldea Héroes de Canaima, Movimiento Pedagógico Revolucionario Comunitario, Frente Clasista Argimiro Gabaldón de Lara, Combatientes de la Asociación Cantaura Vive, Movimiento de Jubilados Revolucionarios de PDVSA-Zulia, Colectivo los Comuneros de Carabobo, Esperanza Bolivariana, Unión Comunista de Trabajadores y Trabajadoras, Asamblea de Artesanos de Caracas, Colectivo 3 Raíces, Movimiento Social Huayra, Movimiento Socialista Cultural Somos Pueblo, y más.
El Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, afirmó el 15 de agosto que coordina una comisión mixta en la que participan el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) para investigar la desaparición de Lanz.
El hijo de Carlos, Alex Lanz, ha hablado públicamente en nombre de su familia sobre el caso. Según afirma, “el gobierno posee los instrumentos necesarios para incrementar y hacer más exhaustiva su búsqueda, confiamos que lo harán, es un compromiso ya asumido y comunicado hacia nosotros, cargado de solidaridad y preocupación porque demás está decir que somos los mismos, estamos del mismo lado de la historia, los organismos del Estado saben que pueden contar con los diversos movimientos sociales que han nutrido de lucha y esperanza este proceso desde hace décadas. Esto no es un discurso más, es una realidad palpable a lo largo de esta historia construida con hombres y mujeres llenos de dignidad”.
A los nueve días de esta desaparición aun sin explicar, Alex Lanz sostiene que “no hay nada que haga pensar que tuvo un accidente, que fue asaltado o algo parecido. Sencillamente no está, ni vivo ni muerto”.
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