Las luchas por el socialismo en América Latina es un valioso ejemplar dentro de la colección de Ocean Sur. El libro escrito por el destacado profesor e investigador Alberto Prieto Rozos[1] se acerca al proceso de construcción del socialismo en América Latina desde una premisa fundamental, aquella que aclara que no es este un proceso uniforme y lineal. Es necesario tener en cuenta las condiciones específicas y el contexto socio-económico de cada país, así como el desarrollo de su historia. De este modo, comienza el acercamiento de nuestro autor a las particularidades de cada proceso en varios países americanos.
Desde Cuba (con la destacada figura de nuestro siempre Comandante en Jefe Fidel Castro y el triunfo revolucionario en 1959) hasta México, pasando por Brasil (Foro de Sao Paulo y el Partido de los Trabajadores), Nicaragua (el nuevo sandinismo), Venezuela (la labor de Hugo Chávez), El Salvador, Colombia, Chile, Ecuador. A todos aquellos cambios que significaron un paso más en el avance del socialismo en todos estos países, Alberto Prieto dedica un apartado, no pasa nada por alto, logrando de este modo, ofrecer al lector una visión general del desarrollo del socialismo en el continente.
El sistema social socialista, aclara el profesor, se enfoca en el pueblo, en lo que el pueblo pueda lograr y a lo que el pueblo puede aspirar. Confiere poder al proletariado, de ahí su superioridad con respecto al capitalismo. Ahora, hay que tener en cuenta la diferenciación entre nuestro proceso hacia el socialismo y el de Europa, donde ocurrió una verdadera Revolución Industrial. En el caso americano, el camino hacia el nuevo régimen comienza con aislados y breves intentos de unión y lucha. Al inicio, ni los propios obreros, ni los sindicalistas, ni los trabajadores asalariados que luchaban por sus derechos conocían el régimen socialista; ellos solo exigían lo que bien merecían y lo hacían sin tener la idea correcta de cómo conseguirlo. Sin embargo, con el triunfo de la Revolución Socialista de Octubre en Rusia, el momento había llegado.
En su epígrafe introductorio “Empeños iniciales hacia el socialismo”, el autor expone, con gran detenimiento, todos los intentos dirigidos a la búsqueda del régimen social durante las centurias XIX y principios del XX. Uno de los principales empeños con ideas y objetivos vinculados al socialismo fue el Círculo Obrero en México fundado en la segunda mitad del siglo XIX. Desde su creación protegía al proletariado y le brindaba aquellos derechos que la burguesía en el poder no satisfacía. La organización contó con el periódico El Socialista como principal difusor; allí se publicó el Manifiesto Comunista de Marx y Engels y sus páginas fueron escritas por más universal de los cubanos José Martí. A pesar de la derrota de este círculo prosocialista, quedó establecido como un antecedente fundamental en las luchas venideras.
Sin embargo, el hito que marcó un punto de inflexión en la lucha por el socialismo en el continente americano fue la Revolución Cubana y la declaración, tres años después, del carácter socialista de dicha revolución. El triunfo cubano significó para el resto de los países y los millones de trabajadores americanos la apertura de una nueva era, una era por y para el pueblo. Poco tiempo después, Haití, Panamá, Paraguay, Nicaragua, Argentina, Guatemala, Colombia, todos se lanzaron a la lucha bajo el influjo del triunfo cubano y la certeza de un futuro mejor. El triunfo de la Revolución Cubana fue un paso decisivo y una inspiración para el resto de la América Latina.
Una vez comenzado el proceso ya era imparable. En Latinoamérica había comenzado una verdadera revolución, pero para conseguirla, y como bien declaró Fidel Castro, debían unirse todos los sectores sociales, desde los obreros hasta las capas más progresistas de la burguesía. La revolución socialista necesitaba un frente unido, una alianza fuerte.
Llega el siglo XXI y con él, trae nuevos desafíos en la política. El proceso revolucionario hacia el socialismo ha avanzado hasta donde aquellos deseosos de un cambio y un progreso social lograron una transformación en la conciencia del pueblo. Sin embargo, como explica el autor, en los países donde primó la pasividad ante la transformación, no existió una modificación de la conciencia y el camino ha quedado estancado. La experiencia muestra que el proceso de construcción del socialismo es diferente en cada país. Las condiciones socioeconómicas, culturales, el pasado histórico, todos ellos son factores decisivos y diferenciadores que cumplen una función específica. Asimismo, es necesario tener en cuenta el desarrollo de las relaciones de poder en cada nación y la conciencia creada a partir de los hechos acaecidos.
No obstante las dificultades y los obstáculos, no debe pararse la lucha y búsqueda del socialismo. Es la búsqueda de un sistema social, cuya superioridad no se traduzca solo en eficiencia económica, sino también en justicia social, en dignidad, en desarrollo cultural. Es la búsqueda de un régimen donde las fuerzas de poder trabajen por y para el proletariado y el proletariado cree una conciencia democrática participativa, con la premisa siempre de que el camino se forja con la alianza de las clases y grupos sociales. En el compromiso de la unión esta la solución.
[1] Alberto Prieto Rozos es, además, un destacado escritor y conferencista cubano, reconocido en gran parte de Latinoamérica, doctor en Ciencias y miembro de la Academia de la Historia de la República de Cuba. Ha sido premiado por su significativa labor en diversos campos de la investigación social, entre ellos, la orden Carlos J. Finlay (máxima condecoración en la labor investigativa) y la medalla conmemorativa Aniversario de la Fundación de La Sorbona (París IV).
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