El pasado 7 de febrero el jefe del Comando Sur de Estados Unidos afirmó que están preparados para «proteger a los estadounidenses y a sus instalaciones diplomáticas en Venezuela». Esta declaración es muy preocupante si tenemos en cuenta que el Asesor de Seguridad Nacional de Trump, Jhon Bolton, inmediatamente promovió este pronunciamiento en las redes sociales con el siguiente texto: «como el Presidente ha dejado claro: todas las opciones están sobre la mesa».
¿En qué contexto se realizó este pronunciamiento? ¿Cómo describió la situación en Venezuela el alto oficial del Pentágono? ¿Qué objetivos persigue esta declaración pública?
Esta afirmación del Almirante Craig Faller se produjo durante una audiencia realizada en el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense. El militar de alto rango planteó que la situación en Venezuela es «terrible» y enfatizó: «el gobierno de Maduro está matando a su pueblo de hambre utilizando los alimentos como un arma». También afirmó que la nación suramericana cuenta con alrededor de 2 mil generales que su «lealtad y protección han sido compradas». Dijo que «los militares venezolanos están muriendo de hambre al igual que su población» y consideró que el pueblo de Venezuela está listo para un nuevo líder.
El contenido y tono de estas declaraciones ofensivas, están en correspondencia con la retórica política antivenezolana que ha promovido la Casa Blanca, el Departamento de Estado y los legisladores estadounidenses comprometidos con los planes de cambio de régimen. Un aspecto significativo es que el Pentágono durante la evolución de la compleja situación en torno a Venezuela, no había realizado pronunciamientos públicos atendiendo a que cualquier declaración de los militares estadounidenses en un contexto de esta naturaleza constituye un mensaje de alto impacto.
Los pronunciamientos del Almirante Faller constituyen una clara confirmación, más allá de las amenazas de Trump, Bolton y Marco Rubio, que la opción militar no solamente está sobre la mesa, sino que podría interpretarse que existe un plan de contingencia previsto ante un eventual escenario que requiera el despliegue de tropas estadounidenses. Resulta interesante que el jefe del Comando Sur planteó el concepto que está preparado «si es necesario», lo que indica que solamente está esperando instrucciones debido a que todo está listo.
Es evidente que durante la audiencia, miembros del Comité de Servicios Armados se sintieron preocupados por los pronunciamientos del Almirante Faller atendiendo a que el senador demócrata Jack Reed planteó: «el Congreso debe ser consultado si existe algún plan de acción militar más allá del actual plan de evacuación de los ciudadanos estadounidenses y el personal de la Embajada». Al parecer, el legislador percibió en el contenido y tono de las palabras de Faller que el Pentágono está contemplando una operación de mayor envergadura de la que estaría explicando durante la audiencia congresional.
Precisamente, el argumento presentado por el Jefe del Comando Sur fue que están listos para proteger esos intereses de Estados Unidos. No obstante, si evaluamos con profundidad la situación podemos concluir que este gobierno de Trump «en nombre de preservar la vida de estadounidenses y sus instalaciones en Venezuela» puede fabricar un pretexto (causus bellis) suficiente para el empleo de la fuerza militar ante la conclusión que no existe otra variante para «cambiar el régimen» en Venezuela.
La Administración Trump ha dejado claro que no permitirá la opción del diálogo. El 8 de febrero, Bolton planteó: «no puede haber negociaciones de buena fe con Maduro. Él nunca negociará de esa forma, solo quiere ganar tiempo». El gobierno estadounidense insistentemente está tratando de descalificar al líder venezolano como negociador, lo que persigue el interés de evitar cualquier proceso de diálogo que derive en opciones para salir de la tensa situación.
Para la Casa Blanca de Trump, la única alternativa que podría satisfacer sus intereses está vinculada directamente al empleo de la vía violenta y ese es el camino que está transitando. Estos pronunciamientos del Pentágono están enfocados en esa dirección y han llegado a exponer públicamente sus verdaderas intenciones, lo que evidencia que están tratando de fabricar las condiciones para ejecutar sus planes de contingencia que los pondría en un callejón sin salida de implicaciones impredecibles.
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