Del Che se ha divulgado mucho en América Latina y el Caribe. Convertido en símbolo universal de resistencia y rebeldía, el guerrillero heroico es paradigma de distintas generaciones. Películas, documentales y libros de diversas nacionales han narrado sus viajes por el continente, su acción guerrillera en plena Sierra Maestra, su rol como dirigente revolucionario después de 1959 y sus luchas internacionalistas en el Congo y en Bolivia.
Desde mi experiencia como lectora, no he logrado abarcar ni siquiera la mitad de sus escritos, pero sí he conocido mediante catálogos y conferencias de la Dra. María del Carmen Ariet, una forma diferente de acercarnos a la obra de Ernesto Guevara.
En el Che se destaca, por ejemplo, una costumbre constante —que ya explicaba Fidel en su Introducción necesaria, al Diario del Che en Bolivia—, la de documentar cada uno de los hechos trascendentales de su vida. El joven Ernesto siempre llevaba un diario, después dejaba reposar sus notas, y si el tiempo se lo permitía, escribía relatos, crónicas, pasajes o artículos.
Notas de viaje, sus escritos de juventud que inspiraron la película Diario en motocicleta, son las crónicas basadas en sus anotaciones del diario de su primer viaje por América Latina. Otra vez, es su segundo diario tal cual lo escribió, pues en esta ocasión no hubo anotaciones posteriores porque el Che en México se sumaría a la expedición del yate Granma.
De la lucha revolucionaria en Cuba, llevó también su bitácora, publicada varias décadas después: Diario de un combatiente. También de ese periodo, el libro Pasajes de la guerra revolucionaria en Cuba, es resultado de las narraciones inspiradas en sus apuntes durante la contienda guerrillera. Un dato que desconocen muchos lectores es que precisamente este libro, y otro publicado en 1960, La guerra de guerrillas, son los únicos libros que el Che vio impresos con su firma. El resto de su obra fue publicada póstumamente.
En 1965 partió rumbo al Congo y empezó un diario que hasta hoy permanece inédito, pero que dio origen a un libro que logró preparar —y revisar a cuatro manos con Fidel—, Pasajes de la guerra revolucionaria en Congo. El último de sus diarios es conocido por todos: quedó inconcluso tras su asesinato en Bolivia el 9 de octubre de 1967.
Muchos de los más importantes escritos de su juventud, discursos, artículos, anotaciones en sus diarios y parte de su epistolario, aparecen publicados en posteriores antologías. El Proyecto Editorial Che Guevara y la editorial Ocean Sur, han publicado dos que son muy completas: Che Guevara Presente y América Latina. Despertar de un continente. Ambas resultan fabulosas para entender la evolución de su pensamiento y actuación.
Existen dos libros que resultan esenciales para entender al Che en todas sus dimensiones: Evocación, de Aleida March y Pensamiento político del Che, de María del Carmen Ariet.
El Centro de Estudios Che Guevara y la editorial Ocean Sur, siguiendo sus esbozos y las indicaciones que dejó para su equipo de trabajo de cómo realizar un manual económico que se ajustadora a la realidad tercermundista, y los apuntes sobre sus lecturas filosóficas y algunos escritos que hizo sobre este tema, confeccionaron Apuntes críticos a la economía política y Apuntes filosóficos, esenciales para comprender el pensamiento marxista del Che.
La obra de Guevara es muy amplia, pero estos son algunos textos que pueden servirnos para acercarnos a su obra. Fernando Martínez Heredia decía siempre que había que leer a los clásicos. Tratándose del Che, además de conocer la opinión de expertos e investigadores, es imprescindible ir directo a su obra, a sus apuntes, artículos, cartas, discursos. Solo así se le podrá comprender en su justa dimensión.
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