El pasado 29 de enero se divulgó el informe sobre las amenazas globales a la seguridad nacional de Estados Unidos. El documento elaborado por la Comunidad de Inteligencia de ese país contempla un acápite sobre los supuestos desafíos provenientes de América Latina. El texto fue presentado por el Director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado.
Este informe que se publica anualmente integra el análisis de las 16 agencias que conforman la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, que incluye entre las más notorias a la CIA y a la Agencia de Inteligencia del Pentágono. Es un documento que está orientado a identificar y evaluar las principales «amenazas» o desafíos a la seguridad nacional estadounidense. Se estructura en dos grandes acápites: las denominadas amenazas globales y las regionales, en la que se dedica varias páginas a América Latina.
El texto señala que los principales desafíos para los intereses de Estados Unidos en el área estarán vinculados a: economías frágiles, flujos migratorios, tráfico de drogas, «autócratas» antinorteamericanos y el papel de los adversarios que buscarán mayor influencia en la región. Sobre este último aspecto, se refieren directamente a China y Rusia, calificados como competidores estratégicos a partir de sus capacidades en el área política, económica, tecnológica y militar. Con relación a los países que aborda, menciona explícitamente a México, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Colombia y Cuba.
En el caso de México, el informe señala que el presidente López Obrador se centrará en tratar de cumplir con las expectativas que ha creado hacia lo interno del país priorizando el enfrentamiento a la corrupción y garantizar la seguridad. Precisa que la economía permanece vulnerable, lo que podría provocar un lento crecimiento económico. Pronostica que el declive de los ingresos petroleros podría limitar la capacidad del gobierno mexicano para financiar sus ambiciosos planes en materia social y de infraestructura.
Sobre Centroamérica, valora que las altas tasas de criminalidad y el débil mercado de trabajo estimularán flujos de migrantes hacia Estados Unidos desde El Salvador, Guatemala y Honduras. Destaca que la mayoría de los emigrantes perciben que viajar en caravanas le otorga determinado nivel de seguridad. Con relación a Nicaragua, estiman que es probable una profundización de la recesión económica por la que transita ese país. Tanto los problemas estructurales de los países del llamado Triángulo Norte y las complejidades por la que atraviesa Managua están condicionadas en gran medida por las políticas históricas del gobierno estadounidense hacia esas naciones. En el último caso, se despliega una ofensiva para lograr un cambio de régimen.
El tratamiento al tema Venezuela se corresponde con la proyección del gobierno estadounidense de presentar un país en caos. El informe señala que en esa nación ha colapsado la calidad de vida y la inflación ha provocado fuertes presiones económicas internas. Destaca que se ha incrementado sustancialmente la emigración de venezolanos hacia países del área. Señala que en este escenario, la oposición política a Nicolás Maduro ha demostrado capacidad de recuperación, lo que se ha manifestado en los diferentes eventos que han ocurrido el pasado mes de enero.
Sobre Colombia, refiere que el presidente Duque se enfrenta a un acuerdo de paz deteriorado y tratará de detener el incremento de la violencia en los Departamentos rurales de Colombia como resultado del tráfico de drogas. Menciona que otro elemento de preocupación son las tensiones de Bogotá con Caracas, cuestión a la que ha contribuido especialmente Estados Unidos.
Con relación a Cuba, señala que el presidente Díaz-Canel continuará la institucionalización del sistema socialista y un partido único a través de reformas constitucionales. Refiere que el mandatario cubano reconoce que «Raúl Castro constituye la voz dominante en la política». Al margen del lenguaje, enfoque y sentido, las referencias a la Isla indican que están reconociendo estabilidad de la situación interna, cohesión a nivel nacional y continuidad del proceso revolucionario.
Este tipo de informes del gobierno estadounidense constituye una muestra de cómo construyen supuestas amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos para justificar acciones injerencistas y desplegar los instrumentos de su poderío nacional para satisfacer los objetivos de las clases dominantes.
América Latina no constituye una fuente de amenaza para los intereses nacionales del gobierno estadounidense, por el contrario, el principal peligro para el desarrollo de los pueblos de Nuestra América es la permanente política de hostilidad de las diferentes Administraciones que desde Washington diseñan e implementan planes que solo tienen como resultado el incremento de la pobreza, los conflictos, la inseguridad ciudadana, los flujos migratorios desordenados y la desestabilización interna de gobiernos progresistas.
Comentarios