Con el objetivo de lograr una aproximación al tratamiento que se le ha dado al legado africano durante las últimas décadas en Cuba, el escritor, periodista y crítico de arte, Pedro de la Hoz nos invita a reflexionar con su obra África en la Revolución Cubana. Nuestra búsqueda de la más plena justicia: más de medio siglo en la cultura, recién editado por la editorial Ocean Sur.
Desde los primeros momentos en el poder, el gobierno revolucionario cubano ha mantenido la primicia de erradicar la discriminación racial que imperó en Cuba desde la llegada de los colonizadores españoles. Durante tres siglos, más de un millón de africanos fueron traídos a la isla, esclavizados y sometidos a los tratos más inhumanos. Con la abolición de este fenómeno, no se logró de momento la esperada mejora del estatus social para negros y mestizos. La etapa de la república mediatizada, que precedió al triunfo de enero de 1959, se caracterizó por el no reconocimiento de la herencia africana como componente imprescindible del proceso de formación de la nacionalidad cubana, así como la total exclusión de los grupos de afrodescendientes. No fue sino hasta alcanzar la verdadera independencia nacional, después de un proceso de luchas iniciado en octubre de 1868 –en el que pelearon codo a codo hombres de todas las etnias, razas y credos-, que se comenzaron a dar los primeros pasos hacia la conquista de la justicia e igualdad plenas.
No obstante, tras casi 60 años de proceso revolucionario, no se puede afirmar que se haya logrado erradicar por completo la discriminación racial en Cuba. Aun con un marco legal que garantiza la igualdad de derechos, numerosos componentes subjetivos y objetivos han influido en que dicha discriminación evolucione a nuevas formas de manifestarse, subsistiendo en el ideario y el actuar de numerosas cubanas y cubanos. Es por ello que, en la actualidad, intelectuales, artistas y estudiosos de las ciencias sociales, continúan sosteniendo importantes debates acerca de la manera en que se ha comportado y se comporta el fenómeno racial en Cuba, la construcción del socialismo en una sociedad con un alto componente de mestizaje, la legalidad y su relación con los prejuicios raciales, entre muchas otras aristas del tema.
En este contexto, es vital revisar cuidadosamente la herencia africana como parte indisoluble de la identidad nacional de cubanas y cubanos. La presencia de lo africano en la música, la literatura, la danza, la religión, las creencias y las tradiciones, así como su abordaje desde el cine, el teatro y demás manifestaciones, es un fenómeno evidente, pero que no ha sido justamente reivindicado.
El libro África en la Revolución Cubana... realiza un rico bosquejo por la historia de los afrodescendientes cubanos, por la evolución del pensamiento antirracial en la intelectualidad cubana, así como por las medidas y acciones emprendidas por la Revolución para alcanzar la justicia racial y de toda índole en Cuba.
En el volumen se hace referencia al ideario martiano, a la obra de Fernando Ortiz y su empeño por valorar el legado africano a la cultura nacional, a los conceptos aportados por Fidel Castro con respecto a este tema y a la manera en que el proceso revolucionario ha combatido las manifestaciones racistas de toda índole. De la Hoz muestra la manera en que se ha producido, desde 1959 hasta la actualidad, una radical transformación de la realidad en el país a partir de la aplicación de incontables programas sociales y culturales y de la creación de espacios e instituciones que han rescatado la herencia africana en el quehacer cultural de la nación. Además, aborda la importancia de atesorar el patrimonio legado por nuestros antepasados africanos, las piezas documentales y museográficas y las manifestaciones del patrimonio inmaterial, así como la obra monumental que rinde homenaje y tributo a esa herencia. Quedan recogidos también en este libro los nombres de obras y autores que se han acercado a la temática de la presencia de lo africano en nuestras tradiciones desde el cine, la literatura y la música, así como los estudios y las investigaciones desde diversas ciencias.
Uno de los mensajes más importantes que transmite este libro, es que la lucha por la justicia emprendida por el gobierno revolucionario no está concluida. Todavía no han quedado resueltos los conflictos, prejuicios y contradicciones que fueron heredados por los cubanos de hoy, después de siglos enteros de desigualdad y explotación de negros y mestizos. La desventaja histórica que marca a los afrodescendientes y que limita su realización social e individual —como resalta el autor—, si bien se ha reducido en las últimas décadas, aún no ha sido totalmente zanjada. La intelectualidad cubana tiene el deber de luchar activamente para lograrlo.
En el marco del proceso de transformaciones que enfrenta hoy la sociedad cubana y el gobierno revolucionario, sirva el análisis realizado en África en la Revolución Cubana… como un llamado de atención que reafirme las palabras de Fernando Martínez Heredia cuando afirmara que: «La lucha por la profundización del socialismo en Cuba está obligada a ser antirracista».
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