Ecuador, un país que siento mío por adopción, no por nacimiento, vive uno de las escenarios más difíciles de los últimos tiempos para la nación sudamericana. El «paquetazo», como han denominado al conjunto de medidas económicas con sello del FMI, ha supuesto el despertar de un pueblo que se rebela contra disposiciones asfixiantes para sus exiguos ingresos.
Por desgracia, ese no es el lugar que recuerdo y mucho menos el que con dolor me retratan las amistades que dejé allá. El ciudadano Jury Damián Burbano me cuenta que: «La situación fue crítica. El decreto 883, que estipulaba la eliminación del subsidio del combustible, iba en contra de los campesinos más humildes, cuyos productos abastecen de alimentos a gran sector de la población».
Esto trajo consigo no solo una baja considerable de los suministros en las ciudades, sino también la respuesta justa de La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), líder de las protestas que paralizaron el país durante 11 días.
Sin embargo, en medio de la complicada situación que atravesaba esta nación, el presidente Lenin Moreno, acudió a la vieja maniobra de buscar un chivo expiatorio.
La culpa fue esta vez, «para sorpresa de todos» del expresidente Rafael Correa, el líder que fue el apoyo indiscutible de Moreno para obtener su puesto en el cargo más alto del país. También culpó al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Por supuesto, las evidencias que apoyaban descabellada afirmación nunca aparecieron y si reafirmaron la falta de escrúpulos de un gobernante que anunció desde el inicio de su mandato estar a favor el pueblo.
Por si fuera poco, recientemente ha comenzado una fuerte persecución hacia varios miembros del partido Revolución Ciudadana, del expresidente Correa.
El 15 de octubre, La Fiscalía y la Policía de Ecuador allanaron la sede de esta organización política llevándose cinco computadoras portátiles, dos CPU y dos celulares, en «cumplimiento de un acto urgente», el cual está vinculado a la detención, el día 14, de la prefecta de la provincia de Pichincha y también integrante de Revolución Ciudadana, Paola Pabón.
Según la agencia de noticias Sputnik, la funcionaria fue acusada días atrás por el gobierno, de ser una de las instigadoras de las movilizaciones y protestas que se realizaron en varias ciudades del país.
También han sido perseguidos el exasambleísta y secretario ejecutivo del partido del expresidente Correa, Virgilio Hernández y la legisladora Gabriela Rivadeneira, víctima de un seguimiento extrajudicial en los últimos días, y a quien la embajada de México le dio refugio. Además, el Gobierno de México recibió el 14 de octubre al Luis Fernando Molina, asambleísta alterno nacional; Soledad Buendía, asambleísta nacional y su cónyuge; Carlos Viteri, asambleísta nacional y su cónyuge, Tania Pauker; y Leónidas Aníbal Moreno Ordóñez, procurador síndico de la Prefectura de Pichincha.
La muerte, la destrucción, el paro y los saqueos, todos propiciados por una política neoliberal y anitpopular, han concluido con la derogación del decreto 883. Sin embargo, esto nos lleva a preguntarnos ¿Esto fue por lo que apostó la mayoría del Ecuador en las urnas? ¿Qué le espera a la nación sudamericana con Lenin a la cabeza? Quizás el FMI haya encontrado su nuevo patio de juegos.
Línea del tiempo
1 de octubre: Intervención pública en los medios de prensa de Ecuador del presidente Lenin Moreno para anunciar la promulgación del decreto 883.
2 de octubre: Ecuador se vio convulsionado por una serie de protestas en contra de las medidas económicas anunciadas por el gobierno de Lenín Moreno.
3 de octubre: Decretado el estado de excepción, se autoriza a disponer de las Fuerzas Armadas en las calles y a cerrar puertos, aeropuertos y pasos fronterizos, entre otros.
10 octubre: Momento tenso en las protestas, en la Casa de la Cultura de Quito, velaron a uno de los indígenas fallecidos el día anterior.
11 octubre: En el céntrico parque El Arbolito, en Quito, volvieron a concentrarse miles de miembros del movimiento indígena, acompañados por trabajadores, campesinos y estudiantes universitarios, entre otros sectores.
12 de octubre: Aplicado el toque de queda en la ciudad de Quito y la militarización del Distrito Metropolitano.
13 de octubre: Llamado al diálogo por parte de representantes de la ONU y otras organizaciones internacionales.
14 de octubre: Cifras oficiales publicadas por la Defensoría del Pueblo indican que el saldo preliminar de los levantamientos da cuenta de 1152 personas detenidas, 7 perdieron la vida y 1340 resultaron heridas.
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