Contrapunteo

Latinoamérica, una de las más afectadas por el cambio climático

10 ago. 2017
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En una superficie territorial de 20 millones de kilómetros cuadrados se encuentra uno de los entornos de mayor diversidad biológica del mundo: América Latina y el Caribe. Aquí habitan cerca de 600 millones de personas que comparten casi la mitad de los bosques tropicales del mundo, el 23% de las áreas forestadas del orbe, más del 30% de toda el agua dulce disponible y aproximadamente el 40% del total de recursos hídricos renovables del planeta.  Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), esta región está caracterizada también por el alto nivel de endemismo de las especies. Posee el 33% de los mamíferos, el 35% las especies de reptiles, el 41% de las aves y el 50% de los anfibios. Todo ello la convierten en el reservorio de especies más rico del mundo.

Esas características la hacen mucho más vulnerable a los efectos del cambio climático por lo que es una de las más afectadas.  En los últimos años se ha experimentado un aumento del nivel del mar, del derretimiento de los glaciares e incluso enfermedades que estaban prácticamente controladas. Sobre los glaciares, los informes científicos señalan que el calentamiento podría conducir a la desaparición de superficies de nieve. De hecho, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund, WWF) una subida de 4 grados centígrados en la temperatura provocaría la eliminación de la mitad de los glaciares.

En la zona caribeña esto es una cuestión de alto riesgo y vulnerabilidad. Un aumento descontrolado del nivel del mar producido por el derretimiento afectaría a los pequeños Estados insulares, dañaría la biodiversidad costera y provocaría la pérdida de gran parte de las playas caribeñas.

A eso se suma el incremento de la formación de huracanes, tormentas, sequías, olas de calor y tornados y otros fenómenos climatológicos.

Los científicos pronostican además una disminución de los rendimientos de varios cultivos típicos de la zona tales como maíz, papas, soja y trigo.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) refiere que los países de la región han desempeñado un papel muy activo en las negociaciones para el enfrentamiento al cambio climático. Destaca además las iniciativas puestas en marcha como proyectos para la reducción de emisiones de carbono o la protección y uso sostenible de la biodiversidad y los recursos naturales renovables. No obstante, critica que aunque una veintena de naciones han ratificado el protocolo de Kyoto, que establece la reducción de la emisión de dióxido de carbono y otros gases que retienen el calor en la atmósfera, las crisis económicas y políticas que sacuden la región han impedido una implementación efectiva de acciones para combatir el fenómeno.

El PNUMA también destaca que las personas que viven en condiciones de pobreza y desigualdad son las más vulnerables ante el cambio climático. En ese sentido reclama acciones y políticas gubernamentales más abarcadoras para esa población.

Igualmente menciona el compromiso de la región en adoptar medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo en cuenta las características climatológicas, sociales y políticas de cada país. 

Países como Brasil, México, Perú, Colombia y Cuba han adoptado programas amigables con el medio ambiente. La Isla caribeña, por ejemplo, aprobó un plan de acciones y estrategias conocido como Tarea Vida, desde el cual se implementan regulaciones ambientales. El mismo tiene un alcance más a largo plazo respecto a otros proyectos aprobados.  

Otro caso destacable es el de Bolivia, donde se promulgaron las primeras leyes del mundo que reconocen los derechos de la naturaleza. Esas legislaciones establecen que el gobierno debe desarrollar políticas para proteger a la Tierra de las causas del cambio climático global.

En cuanto a Colombia, esta nación se ha ganado la simpatía de los ambientalistas por las medidas de lo que ellos denominan Transporte Sostenible. La iniciativa mezcla el sentido de urbanidad de grandes ciudades como Bogotá con el sentido ambiental y llama a los habitantes a cambiar los carros por bicicletas una vez cada cierto tiempo.

Muchas son las iniciativas aplicadas en los distintos países. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en materia climática en América Latina y el Caribe. Preservar la rica biodiversidad de esta parte del mundo solo le logrará concientizando a los ciudadanos sobre los efectos del cambio climático y resaltando la importancia de políticas de desarrollo sostenible acorde con la realidad de cada país.

 

 

 

 

 

 

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